lunes, 12 de octubre de 2020




En 1492, los nativos descubrieron que eran indios,
descubrieron que vivían en América,
descubrieron que estaban desnudos,
descubrieron que existía el pecado,
descubrieron que debían obediencia a un rey y a una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo,
y que ese dios había inventado la culpa y el vestido
y había mandado que fuera quemado vivo quien adorara al sol y a la luna y a la tierra y a la lluvia que la moja.

Cada 12 de octubre se viraliza en las redes sociales este poema de Eduardo Galeano, titulado "El descubrimiento". Pero...
Antes de 1492, los nativos descubrieron que debían obediencia a los nobles y sacerdotes de su mundo y a los dioses de su cielo, y que esos dioses mandaban arrancar los corazones de otros nativos para que todo siguiera en orden: el sol calentando, la luna iluminando la noche y la lluvia mojando la tierra.
Desconocían la palabra "pecado"; pero descubrieron, como a cualquier nativo de cualquier mundo, que hay cosas que no se deben hacer ni decir, y descubrieron que si uno se pasa por el forro de sus desnudas pelotas ese mandato, puede ser castigado de diversas y muy nativas maneras: azotado, apaleado, amputado, ahogado, ahorcado, degollado, despellejado, descuartizado, desollado, empalado, lapidado o, Dios no lo quiera, quemado vivo.