viernes, 17 de agosto de 2018

Las izquierdas y la II República





"Ante todo somos marxistas. Nuestros enemigos son todos los partidos burgueses. Sin embargo, por ineficaz, no por otro motivo, renunciamos a la pretensión de imponer nuestra política violentamente y sin dilaciones". 
El Socialista, órgano oficial de expresión del PSOE, el 1 de julio de 1931, mes y medio después de la instauración de la República. Bastó que los socialistas perdieran el poder, dos año después, para que volvieran a encontrar eficaz la violencia.

“Frente a las Cortes, órgano de la contrarrevolución, los obreros y campesinos deben alzar su propio poder revolucionario: los soviets de obreros, soldados y campesinos (...) Sólo así, sobre la base de los soviets en lucha contra el Gobierno provisional y contra las Constituyentes, las masas obreras y campesinas pueden y deben continuar desarrollando la revolución democrática, creando las bases para transformarla en revolución proletaria”.
Manifiesto del Partido Comunista de España en el Día Rojo Internacional, el 1 de agosto de 1931, tres meses y medio desde la proclamación de la República. Las Cortes y el Gobierno a liquidar eran las Cortes Constituyentes (las que aprobaron la Constitución de la República española) y el primer Gobierno de la II República (de coalición republicano-socialista).


“El PSOE no es puramente reformista ni lo es el espíritu de sus miembros. Y ahí está la historia del partido para demostrar que la legalidad se ha roto cuando ello convenía a nuestras ideas (...) sin ningún reparo y sin escrúpulo. El temperamento, la ideología y la educación de nuestro Partido no son para ir al reformismo”.
Francisco Largo Caballero, presidente del PSOE, Secretario General de la UGT y Ministro de Trabajo de la República. Declaraciones recogidas el 13 de octubre de 1932 en El Socialista, órgano oficial del PSOE.

“Yo mismo he tenido siempre fama de hombre conservador y reformista. Han confundido las cosas (...) hoy estoy convencido de que es imposible llevar a cabo una tarea socialista dentro de una democracia burguesa (...) la democracia burguesa no puede satisfacer las aspiraciones socialistas (...) nuestro apoyo a la república es una política transitoria (...) empleando tanto la vía legal como la ilegal en la lucha por el poder (...). Entre la sociedad capitalista y la comunista hay un periodo de transición revolucionaria (...) y el Estado durante ese periodo no puede ser otra cosa que la dictadura del proletariado”.
Largo Caballero, en agosto de 1933, en la escuela de verano de las Juventudes Socialistas en Torrelodones, justificando la acción violenta para alcanzar el poder y afirmando que su apoyo a la República, de la que en ese momento es ministro, es sólo táctico. Un año más tarde, ya en la oposición, el PSOE daría un golpe contra el gobierno legalmente constituido. 

“Sin duda nos tenían por socialdemócratas inofensivos, cargados de prejuicios seudodemocráticos (...) la mentecatez de las derechas y de los que no son derecha rebasa lo sospechable (...) Absurdo y anticientífico sería que mañana, dándose las condiciones objetivas para la revolución socialista, nos dedicáramos a cantar endechas a la seudodemocracia capitalista”.
El Socialista, agosto de 1933, en respuesta a la reacción de la prensa derechista tras los discursos de los dirigentes socialistas en los cursos de la Escuela de verano de las Juventudes Socialistas.

“El proceso histórico exige, impone la revolución”

El Socialista. 30 de septiembre de 1933.

“Parece que asombra a algunas personas, e incluso a correligionarios nuestros, que se hable de la conquista del poder por la clase trabajadora. Lo que sucede es que hemos estado algunos años hablando un poco veladamente de lo que era nuestra aspiración (...) Nuestro partido es, ideológicamente, tácticamente, un partido revolucionario (...) y cree que debe desaparecer este régimen [¡el régimen republicano, del que aún era ministro!] (...) Para lograrlo hay que crear un espíritu revolucionario en las masas, un espíritu de lucha (...) la dictadura del proletariado es inevitable, aunque haya unos hombres que por motivos sentimentales digan: No es eso, eso es algo horroroso, es inútil”. [Se refiere a su compañero de partido, Julián Besteiro, que en sus discursos en la anteriormente citada escuela de verano de Torrelodones describió la dictadura del proletariado como una “vana ilusión” que “se paga demasiado cara”. También dijo Besteiro: “Entrar en una República democrática y luego, a la primera contrariedad, decir que venga la dictadura, me parece un contrasentido”]
Largo Caballero, en un mitin en el Cinema Europa. 1 de octubre de 1933.

“Yo declaro, en nombre del grupo parlamentario socialista, absolutamente seguro de (...) interpretar el criterio del PSOE, que la colaboración del Partido Socialista en gobiernos republicanos, cualesquiera que sean sus características, su matiz y su tendencia, ha concluido definitivamente”.
Indalecio Prieto, dirigente del PSOE, en sesión parlamentaria del 2 de octubre de 1933.

“Estamos dispuestos a obtener nuestras reivindicaciones de una u otra manera”.
Indalecio Prieto, en sesión parlamentaria de 21 de octubre de 1933.

“El Partido Socialista es la vanguardia revolucionaria del proletariado organizado. Los sindicatos tienen el deber histórico de preparar su defensa, que no es otra que la revolución. La revolución no puede tener por objeto asustar al capital, sino destruirlo”

El Socialista. Octubre de 1933.

“No debemos dejar de luchar hasta que en las torres de los edificios oficiales ondee la bandera roja de la revolución socialista”.
“La lucha ha quedado planteada entre marxista y antimarxistas (...) y eso nos llevará inevitablemente a una situación violenta”.
“Si la legalidad no nos sirve, si impide nuestro avance, daremos de lado la democracia burguesa e iremos a la conquista revolucionaria del poder”.
“Vamos legalmente hacia la evolución de la sociedad. Pero si no queréis (los burgueses), haremos la revolución violentamente. Esto, dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil. Pongámonos en la realidad (...) estamos en plena guerra civil (...) lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o por desgracia, tendrá inexorablemente que tomar”.
“En Madrid aún se tiene algún pudor, pero en las provincias todos los llamados republicanos históricos están apoyando descaradamente a las derechas”.
“Gracias a nosotros la República se sostendrá. Pero para transformarla en un régimen nuestro (...) Esta democracia burguesa es una dictadura contra la clase obrera (...) El solo hecho de que haya una mayoría burguesa en el parlamento es una dictadura”. 
“Se ha dicho por otros camaradas que el acto del día 19 [las elecciones que se celebrarían ese día] es el preludio de actos más importantes. ¡Naturalmente! Pero ¿es que se ha creído el enemigo que nos vamos a limitar a echar papeletas en la urna electoral?”.

“Los obrero han terminado con el mito republicano. Todos entienden que ya no queda otro camino a seguir sino el de la República Socialista”.
“Necesitaremos someter a nuestros enemigos para conseguir la completa emancipación de la clase proletaria”.
Largo Caballero, en diferentes mítines durante la campaña electoral de noviembre de 1933. Estos discursos los editó el PSOE en un libro titulado Discursos a los Trabajadores, muy difundido en 1934.




“No somos un partido exclusivamente parlamentario (...) cada votante socialista es un soldado de la revolución, un combatiente”.
El Socialista. 23 de noviembre de 1933.

“En 1931 las oligarquías y sus organismos caciquiles locales, acobardadas por la instauración de la República y por algunos actos de violencia popular como la quema de conventos, dejaron que el pueblo votara a su antojo en las elecciones de junio, las más libres de la historia de España”.
El Socialista. 25 de noviembre de 1933. El redactor socialista lamenta la ausencia de la violencia popular que habría impedido que una mayoría de ciudadanos diera su voto a la CEDA. No volverían a cometer el mismo error: la violencia ejercida contra el electorado de derechas fue aumentando a partir de entonces. Junto a esto, no auguraba un buen futuro a la República que los socialistas no consideraran "pueblo" a varios millones  de españoles, ni legítimos sus votos (la coalición electoral de derechas consiguió el 40,57% de los votos). 

“Mal arreglo hay ya para restablecer la normalidad democrático-burguesa (...) No se cuentan una docena de obreros dispuestos a salvar la República. En cambio son millones los que presienten que nos encontramos en vísperas revolucionarias. Vísperas, no de una experiencia que ha dejado sabor ingrato en el paladar de la clase trabajadora, sino de un nuevo ensayo: la revolución social”.
El Socialista. 26 de noviembre de 1933, analizando pocos días después la debacle electoral del PSOE y los partidos republicanos de izquierda. El mensaje es claro: la democracia republicana debe ser liquidada si no la gobierna el PSOE.

“Teóricamente parece que, dentro de la República, puedan convivir las derechas y las izquierdas. Prácticamente, sin embargo, la República es para nosotros sinónimo de izquierdas, de igual forma que podríamos hacer de la Monarquía sinónimo de derechas. La Cataluña autónoma o será de izquierdas o no será”.
A. Esclasans, en La Humanitat, órgano oficial de Esquerra Republicana de Catalunya. Noviembre de 1933. Expulsando de la vida pública a la mitad de la nación y a la mitad de Cataluña. Nada nuevo bajo el sol.

“El pueblo ha respetado hasta ahora. Ni ayer ni hoy se ha quemado un solo convento en Barcelona, ni se ha realizado un solo acto de violencia contra las órdenes religiosas. Esperamos que siga siendo así. Pero ya no se puede responder, como antes, de un respeto absoluto. Las monjas y frailes se han lanzado a la calle, han rebasado los muros de sus conventos [quiere decir que han ejercido su derecho al voto], y un día la calle les pedirá cuentas por su gesto insensato de hoy. Suya será la culpa por haberse inmiscuido en asuntos que no eran los de su hábito (...). Muy lamentable. Pero nos resulta imposible apenarnos demasiado. Ha habido incidentes, sí, pero la culpa, más de quienes los han producido, es de quienes los provocaron con su actitud insensata”.
“Las Monjas de clausura, al votar, provocaron numerosos incidentes”.
“Todo el odio acumulado en dos años y medio de actuación de las izquierdas, estalla ahora, al abrigo de una generosidad democrática que llegó a la temeridad [quiere decir que la izquierda cometió el error de permitir a la derecha presentarse a las elecciones, y que esta, en lugar de agradecer tanta magnanimidad perdiendo las elecciones, respondió, ganándolas y mandando a la izquierda a la oposición. La izquierda no perdonaría tanta ingratitud].

“¡Alerta, ciudadanos catalanes! Estamos aún en pie de guerra (...) Es hora de vivir alerta. De jugar fuerte (...) de ser implacables, rígidos, inflexibles. De no perdonar al enemigo, al que ya hemos perdonado demasiadas veces [quiere decir que tuvieron la piedad de no hacer una escabechina de derechistas al comienzo de la República... pero que no volverían a tenerla. Así fue: durante la guerra serían asesinadas en la Cataluña de Companys más de 8.000 personas]. Perdonamos una culpa y nos pagan así. Con la traición y el crimen [presentarse a las elecciones y ganarlas, en lugar de dejarse gobernar por ERC].
La Humanitat, órgano oficial de ERC, "analizando" la jornada electoral y la victoria de la CEDA, en Noviembre de 1933.

“Tenemos que recorrer un periodo de transición hasta el socialismo integral, y ese periodo es la dictadura del proletariado”.
Largo Caballero, en un discurso en Murcia, en noviembre de 1933. Recogido en El Socialista.





“En el XVI aniversario de la revolución rusa, el proletariado español reafirma su posición revolucionaria para la conquista del Poder íntegro para el Partido Socialista Obrero”
Renovación, órgano oficial de las Juventudes Socialistas. Noviembre de 1933.

“Las circunstancias por las que atravesamos son extraordinariamente propicias para un hecho revolucionario, dándose las condiciones necesarias para poder intentar con éxito el asalto al poder”.
Documento que la Juventudes Socialistas presentan al PSOE después de la derrota electoral de noviembre de 1933.

“Decimos, Sr. Lerroux y señores diputados, desde aquí, al país entero, que públicamente contrae el Partido Socialista el compromiso de desencadenar la revolución”
Indalecio Prieto, en sesión parlamentaria, diciembre de 1933. El Sr. Lerroux era jefe del Gobierno tras haber logrado su partido el segundo número de escaños tras la CEDA, que a pesar de su victoria electoral no contaba con ninguno de sus diputados en el gobierno.


“La socialización de los medios de producción y cambio no se puede hacer por medios democráticos. No hay más camino para triunfar que la dictadura del proletariado. Y a eso vamos”. 
J. Pintado, secretario de las Juventudes Socialistas. Diciembre de 1933.

“Las nuevas Cortes [representación de la voluntad popular manifestada en las elecciones de noviembre] no representan la voluntad popular. Vivirán lo que el pueblo y el proletariado tarden en prepararse para clausurarlas”.
Renovación. Diciembre de 1933.

“La revolución social no se hace con una huelga pacífica, sino que se hace con un movimiento de violencia, sencillamente superior a la resistencia que puedan poner los Poderes constituidos [es decir, el Gobierno legítimo de la República]”
Trifón Gómez, el 13 de diciembre de 1933, en la comisión nacional de la UGT.

“Los jóvenes socialistas deben preparar sus armas para hacer frente al fascismo. Hay que imbuir en la mente de todos los jóvenes socialistas la concepción militar; los jóvenes socialistas deben aprender a manejar el fusil con la misma precisión y entusiasmo con el que hoy se movilizan”.
Renovación. Diciembre de 1933.

“¿Y que más nos espera en el Parlamento? Todo lo que ahí se haga será en contra nuestra; porque las derechas, con una fuerte mayoría, se disponen a cumplir su programa [¡habráse visto!]. En el Parlamento no podremos evitarlo, y la clase trabajadora tendrá que pensar algo muy importante. Si nos sujetamos justamente a la legalidad que nosotros contribuimos a crear, pero que no tenemos por qué respetar siempre, ya que al hablar de la revolución social ésta ha de saltar por encima de la legalidad. Yo os digo que nos veremos empujados a salirnos de la legalidad”.
Largo Caballero en Renovación. Diciembre de 1933.


“Nos ha asombrado un poco el empuje de las derechas (...) pero de ahí a suponer que hay una preparación en España del fascismo para acabar con la legislación social, para hundir la Unión y el Partido (...) lo que niego es un fascismo para asaltar el Poder”.
Andrés Saborit, dirigente del PSOE, en una reunión del Comité Nacional de la UGT, el 13 de diciembre de 1933.

“AMARO ROSAL:
¿De qué es culpable El Socialista? [Besteiro se había quejado de que la prensa del partido envenenaba a los trabajadores] El Socialista representa al Partido; si el Partido ha dicho revolución, no porque quiera el partido, sino porque las masas marchan a ella, no vamos a ser tan torpes que dejemos escapar la ocasión.
PETREL:
Evidentemente el Socialista ha influido a que en toda la clase trabajadora española se haya creado un estado de opinión favorable respecto a la necesidad de ir a la revolución social.
VIESCA:
Si vamos a ir a un movimiento, si vamos a hacer la revolución social, debemos mirar bien como se hace. Y nosotros, ¿tenemos medios? Porque hemos pensado en armarnos para defendernos, y yo no sé cómo se pueden adquirir armas. Ha salido un compañero para San Sebastián, que decían que allí podían facilitar armas (...) iba a por cien pistolas y resulta que cuestan 6.000 pesetas y pico, y no hemos podido hacernos con ellas.
BESTEIRO:
Pero sí podemos en este instante tener algún arma para defendernos, ésta es el arma de las garantías que nos ofrece el Estado democrático más o menos puro que hemos creado.
AMARO ROSAL:

(...) yo hago una proposición concreta de que acordemos ir a un movimiento revolucionario para defender los intereses de la clase trabajadora.
TORRES FRAGUAS:
Hay una discrepancia. El Partido Socialista estima que ha llegado el momento de actuar y preparar el movimiento revolucionario, mientras que la Comisión ejecutiva de la UGT estima que no ha llegado el momento.
BESTEIRO:
Precisamente porque tal es la situación, la responsabilidad de los elementos dirigentes es mayor (...) me parece a mí que es de una ligereza imperdonable todo lo que haya en ese sentido (...) Yo cada vez estoy más en contra de la agitación de masas. Eso para los demagogos que quieran servirse de ellas (...) yo digo que es conducirnos al desastre.
AMARO ROSAL (propuesta de resolución presentada):
Ante la situación actual el Pleno acuerda la inmediata y urgente organización, de acuerdo con el PSOE, de un movimiento de carácter revolucionario para conquistar el poder político para la clase obrera (...)
Extracto de las actas de la reunión del Comité Nacional de la UGT del 31 de diciembre de 1933.

BESTEIRO:
Los programas serán más o menos discutibles pero uno [el moderado, el que representaba el mismo Besteiro] supone un programa de acción continua, según los momentos; y el otro [el revolucionario, mayoritario en el PSOE y la UGT] supone un programa para hacer un movimiento, apoderarse del Poder y ejercer dictatorialmente este Poder para encauzar la revolución social. (...) Nos reunimos al día siguiente Prieto y yo. Yo le leí nuestra propuesta y él me dijo: “Bueno, eso es un programa a desarrollar global, pero no es el programa de acción inmediata, y la cuestión está en que precisamente lo que nosotros queremos es un movimiento inmediato. Un movimiento lo más próximo posible y con la finalidad de asaltar el Poder” (...) Entonces Prieto me empezó a contar las probabilidades que él creía que tendría el movimiento para triunfar por los enlaces que tenían con elementos policiales y militares (...)
DIAZ ALOR:

A mí me satisface que el Pleno haya agotado todos los procedimientos que ha tenido a su alcance para llegar a éste acuerdo, pero como eso no ha sido podido ser, no queda más que ir a la votación.
BESTEIRO:
Vamos a someter a votación la aceptación del punto de vista del programa de acción del Partido. Los que digan que SÍ votan la posición del Partido [es decir, la opción revolucionaria].
Han votado que no: 2 representantes de Federaciones y de la Comisión
Ejecutiva [Besteiro y Saborit]
Han votado que sí: 33 representantes de Federaciones
Extracto de las actas de la reunión del Comité Nacional de la UGT del 27
de enero de 1934.

“A los pocos días de constituida la nueva Ejecutiva de la UGT, celebrose una reunión (...) en la que participaron, en pleno, las Ejecutivas del PSOE y de la UGT con la asistencia de Santiago Carrillo en representación de las Juventudes Socialistas (...) Presidió la reunión Largo Caballero, y en ella quedó
planteada definitivamente y por unanimidad la necesidad de la organización del movimiento revolucionario. La única posición vacilante, aparentemente, fue la de Fernando de los Ríos. Indalecio Prieto, por el contrario, se mostró en todo momento plenamente, sin reserva, identificado con el movimiento. [Por lo tanto, de las tres tendencias del PSOE, sólo la menos numerosa e influyente, la de Besteiro, estaba en contra de levantarse en armas contra el Gobierno de la República... dos años y medio antes de que lo hiciera Franco].
Amaro del Rosal, miembro del Comité Nacional del UGT y militante del PSOE, en El movimiento revolucionario de octubre, sobre una reunión conjunta después de la defenestración de Besteiro, el 29 de enero de 1934.

“No se trataba de defender la República ni de velar por la integridad de la Constitución, sino de conquistar el poder político para la clase obrera al mes siguiente de haberse verificado las segundas elecciones legislativas del nuevo régimen. ¿Es serio esto?”.

Andrés Saborit, citado por Amaro del Rosal en El movimiento revolucionario de octubre. Los compañeros de partido de Saborit trataron de tomar el poder a cualquier precio para imponer la dictadura del proletariado. Tan en serio se tomaron el asunto que incluso formaron, a tal fin, el 3 de febrero de 1934, el Comité Nacional Revolucionario (así llamado por sus propios creadores, no por sus adversarios políticos ni, posteriormente, por historiadores franquistas), presidido por Largo Caballero y formado por dos miembros del PSOE, dos de la UGT y dos de las JJSS. Cuando perdieron la guerra, se lamentaron hipócritamente por una legalidad republicana contra la que organizaron un movimiento subversivo sólo cinco años antes.

“La rebelión socialista empezó a gestarse el mismo día que el partido socialista abandonó el poder. No disimuló su propósito ni su intento la dirección del Partido Socialista Obrero: se lanzó a la tarea de preparar un movimiento revolucionario”
Diego Martínez Barrio, en MemoriasPresidente de las Cortes de la II República del 16 de marzo del 36 al 31 de marzo del 39, Presidente del Gobierno el 19 de julio de 1936 y Presidente de la República en el exilio del 17 de agosto de 1945 al 1 de enero de 1962. La mayoría del PSOE, una vez perdidas las elecciones, se decantó decidida y claramente por la revolución. No se hartaron de decirlo: su propósito final era tomar el poder por cualquier vía para imponer la dictadura del proletariado.

“La Comisión envió instrucciones estrictas muy detalladas de cómo habían de hacerse los trabajos de preparación del movimiento revolucionario y la conducta a seguir después de la lucha. Se organizó con minuciosidad el aparato para comunicar la orden de comenzar el movimiento (...) por medio de telegramas convenidos (...) [ninguno] cayó en manos de la policía y en ningún momento, ni antes ni después del movimiento, conoció ésta los detalles de la organización”.
Largo Caballero, en Correspondencia secreta.

“¿Concordia? ¡No! ¡Lucha de clases! ¡Odio a muerte a la burguesía criminal!”.

3 de enero de 1934. Replica de El Socialista a una llamada a la concordia del diario católico El Debate.

“8. La única idea que hoy debe tener grabada el joven socialista en su cerebro es que el Socialismo solamente puede imponerse por la violencia, y que aquel compañero que propugne lo contrario, que tenga todavía sueños democráticos no pasa de ser un traidor, consciente o inconscientemente”.
Del Decálogo del joven socialista, en Renovación. 6 de enero de 1934.




“Los elementos de la CEDA y los agrarios no tienen títulos políticos para ocupar el Poder aunque tengan números en el Parlamento para sostenerse (...) una cosa es ingresar en la República y otra gobernar la República”
Azaña, en un discurso en el cine Pardiñas (Madrid), el 11 de enero de 1934. Traducido: permitimos a los partidos de derecha decorar una ficción democrática, pero nada más; aunque hayan ganado las elecciones, somos nosotros los únicos legitimados para gobernar.

“Yo declaro que hay que armarse, y que la clase trabajadora no cumplirá con su deber si no se prepara para ello. Si la clase trabajadora quiere el poder, lo que tiene que hacer es prepararse en todos los terrenos. Porque eso no se arranca de las manos de la burguesía con vivas al socialismo. No. Es preciso luchar en las calles con la burguesía, sin lo cual no se conquista el poder. Hecha esta preparación, habrá que esperar el momento psicológico que nosotros creamos para lanzarnos a la lucha, cuando nos convenga a nosotros y no al enemigo”.
Largo Caballero, el 14 de enero de 1934, en un banquete de la Federación Gráfica Socialista.

“Frente a estas falanges del Partido Socialista y de la UGT, es imposible oponer nada en España (...) Las organizaciones socialistas deberían ocuparse de la realización de un movimiento en fecha muy próxima (...) Hágase cargo el proletariado del poder y haga de España lo que España merece. No debe titubear, y si es preciso verter sangre, debe verterla”.

Indalecio Prieto, en febrero de 1934, en un mitin celebrado en Madrid.

“Hace tiempo que en nuestra estimativa no cuenta el actual Parlamento [justo desde el momento en que perdieron la mayoría en el Parlamento]. En cambio cuenta, y de manera definitiva, la calle”.
Largo Caballero, en sesión parlamentaria, en febrero de 1934. Al final, no vencieron en la "la calle".

“Estamos decididos a hacer en España lo que se ha hecho en Rusia. El plan del socialismo español y del comunismo ruso es el mismo. Ciertos detalles del plan pueden cambiar, pero no los decretos fundamentales del mismo”.
El Socialista. Febrero de 1934. A pesar de lo que sostenían el órgano oficial del socialismo español y sus dirigentes, aún son legión los que afirman que el PSOE no se bolchevizó. Quizá porque de hacerlo tendrían que concluir que la guerra civil española no enfrentó a fascistas y demócratas, sino a revolucionarios y contrarrevolucionarios.

“Comité revolucionario. Rafael Henche, Manuel Albar y Enrique Puente. Organización: Fondos para comprar armas: 60.000 pesetas. Afiliados con que se puede contar: capital 700. Armas y municiones: abundantes”.
Respuesta del PSOE madrileño a un cuestionario enviado por la dirección socialista a las organizaciones provinciales en marzo de 1934.

“¡Estamos en pie de guerra! ¡Por la insurrección armada! ¡Todo el poder para los socialistas! El proletariado marcha a la guerra civil con ánimo firme (...) La guerra civil está a punto de estallar sin que nada pueda ya detenerla”.
Renovación, 3 de marzo de 1934. Aquellos revolucionarios sabían que su revolución suponía la guerra civil. Deseaban la revolución y deseaban la guerra civil.

“Los momentos actuales no permiten otra salida que la insurrección armada de la clase trabajadora para adueñarse del poder político, íntegramente, instaurando la dictadura del proletariado”.
Documento de la comisión ejecutiva en el V Congreso de las Juventudes Socialistas, en abril de 1934.

“Con las luchas parciales no se consigue nada (...) ha llegado el momento de batirse, pero con las armas en la mano”.
Santiago Carrillo, en abril de 1934, en un acto convocado por el Grupo Sindical Socialista de Cervezas, Hielo y Gaseosas.


“Sólo hay una solución: entregar el Poder al Partido Socialista”
El Socialista. 24 de abril de 1934.

“Dejémonos de sentimentalismos ñoños que no nos conducen a ninguna parte. Trabajemos porque la revolución sea cuanto antes una realidad. No vacilemos en la elección de los medios precisos para ello. Pensemos que el actual dilema es: aplastar o ser aplastados”.
Renovación. Abril de 1934. Falso dilema: intentaron aplastar, no aplastaron y, a pesar de ello, no fueron aplastados. Un años después, en abril de 1935, publicaron un folleto donde declaraban estar de nuevo dispuestos a aplastar.

“Nuestros cuadros políticos y sindicales no renuncian a la violencia, pues mantenemos nuestro derecho a oponer el alzamiento revolucionario a la más tenues perspectiva de ludibrio fascista”.
Comunicado conjunto de la UGT y el PSOE. 1 de mayo de 1934. A saber qué entendían por “ludibrio fascista”, aún  atenuado.

“La República es un accidente (...) el socialismo reformista está fracasado (...) No fiemos únicamente en la democracia parlamentaria, incluso si una vez el socialismo logra una mayoría: si no emplea la violencia, el capitalismo le derrotará en otros frentes con sus formidables armas económicas”.
Luis Araquistáin, en el primer número de Leviatán. Mayo de 1934.

“Las Alianzas Obreras no se emplean en conseguir conquistas políticas obreras dentro de la democracia burguesa. Su fin es la preparación insurreccional para la conquista del poder (...) son instrumento de insurrección y organismo de poder”.
Segundo Serrano Poncela, de las Juventudes Socialistas, en El Socialista, en junio de 1934.

“A los propietarios de Jaén o de Sevilla que se han atrevido a sacar las máquinas al campo les han sido quemadas las máquinas o sus propietarios han sido muertos”
Margarita Nelken, diputada del PSOE, en sesión parlamentaria, informando con satisfacción sobre la huelga general campesina. Junio de 1934.


“Los huelguistas, que utilizaban pacíficamente un medio de defensa previsto por la ley, viéronse perseguidos como insurrectos”
Margarita Nelken -la misma de antes, sí- recordando años después, en su libro Por qué, la misma huelga –la misma, sí- a la que hace referencia la cita anterior. 

“El fallo del tribunal es la culminación de una ofensiva contra Cataluña (...) una acto de agresión contra Cataluña (...) Obliga a todos los que han llegado a perder el recuerdo de que son hijos de esta tierra generosa y altiva a defender su prestigio con la sangre en las venas (...) Hemos de fortalecer nuestro espíritu y decirnos cada día: Yo soy catalán, soy un buen catalán (...) y tal vez yo os diré a todos. Hermanos, seguidme. Y toda Cataluña se levantará”
Companys, Presidente de la Generalitat, el 11 de junio de 1934, en un mitin en Barcelona, después de que el Tribunal de Garantías Constitucionales declarara inconstitucional la Ley de Contratos de Cultivos votada en el Parlament, a la que se opuso la muy catalana Lliga Regionalista (partido catalanista de derechas) interponiendo un recurso en el que alegaba el mismo argumento por el cual la Ley fue declarada inconstitucional: que las cuestiones relativas a cualquier reforma agraria o de legislación social se atribuían exclusivamente al Estado. 

“Si volviéramos a claudicar ante la agresión de los lacayos de la monarquía [gobernaba entonces el muy monárquico Partido Republicano Radical, del muy monárquico Lerroux. La agresión era una sentencia del Tribunal de Garantías Constitucionales] ¡Oh amigos!, si eso sucediese y yo tuviese la desgracia de quedar con vida, me envolvería en mi desprecio y me retiraría a mi casa para ocultar mi vergüenza como hombre”
Companys, un día después, en una manifestación convocada delante del Parlament, en una manifestación de sentimentalismo histérico al que es tan proclive el nacionalismo catalán.

“Supe que a la sombra de aquella situación confusa, la ley de contratos de cultivo era un simple pretexto para alzar un movimiento insurreccional contra la República, porque desde las elecciones de noviembre anterior no la gobernaban las izquierdas”
Amadeu Hurtado, en Quaranta anys d`advocat. Historia del meu tempsHurtado fue diputado de ERC en las primeras cortes republicanas. En 1933 abandonó ERC y entró en Acció Catalana Republicana. En esos momentos -junio de 1934- era el agente enviado por la Generalitat para negociar en Madrid sobre la Ley de Contratos de Cultivo. Sabía, pues, mejor que nadie, que la indignación por la declaración de inconstitucionalidad de una ley votada en el Parlamente era fingida. Nada nuevo bajo el sol.

“Intentábamos organizar unas juventudes armadas, precisamente para traducir en hechos prácticos los clamores de heroísmo y actitudes rebeldes (...) para implantar y hacer factible aquella revolución que todos los dirigentes en los actos y mítines predicaban a nuestro pueblo (...) ¿Cuáles fueron las directrices que se me dieron cuando ocupé la Consejería de Gobernación? Fueron muy concretas. Dado el estado de tirantez y ante la posibilidad de ser atacados en nuestra dignidad por el poder de España, era necesario preparar nuestra casa para la resistencia armada (...) crear un ambiente de revuelta que había de desembocar fatalmente en un acción revolucionaria” “Comenzó inmediatamente el alistamiento de 8.000 voluntarios. Respecto al armamento, formulé la debida propuesta al Gobierno de la Generalidad, y un diputado de Esquerra, el señor Ventura i Roig, salió con dirección a Bélgica para negociar la compra de ametralladores y fusiles”
Josep Dencás. Conseller de Gobernación de la Generalitat, ante el fiscal de la República, después del golpe de octubre de 1934.

“Diversos políticos izquierdistas, con una inconsciencia inexplicable (...) por aquello del baluarte de la República, venían a Barcelona a informarse y a seguir con entusiasmo las peripecias del movimiento que se preparaba, aunque fuera a favor del extremismo nacionalista.
Amadeu Hurtado, en Quaranta anys d`advocat. Historia del meu temps.

“El Partido Socialista se lanzará a la insurrección contra el Estado burgués, pero no lo hará en la forma clásica de la huelga general y motín callejero; las revoluciones del siglo XX no se hacen con hachas y hoces, sino con fusiles y ametralladoras”.
Renovación. Julio de 1934. Y las del siglo XXI no se harán con fusiles y ametralladoras.

“Los socialistas se está preparando eficazmente para tomar el poder por la violencia, tienen armas en abundancia y organización escalonada para que actúen de centro nervioso del movimiento”.
Informe del Comité de Relaciones de la Federación Centro de la FAI (Federación Anarquista Ibérica). Julio de 1934.

“Uniformados, alineados en formación militar, en alto los puños, impacientes por apretar el fusil (...) Un poso de odio imposible de borrar sin una violencia ejemplar y decidida, sin una operación quirúrgica”.
El Socialista. Julio de 1934.

“Tendremos que unirnos para organizar la violencia, para conquistar el poder político para la clase obrera. Lo demás será perder el tiempo”.
Santiago Carrillo en Renovación, en julio de 1934.

14. Conviene estar prevenidos contra las noticias falsas que el gobierno o los enemigos de todas clases puedan esparcir por medio de la prensa o la radio, tales como “el movimiento está dominado, sus directores detenidos, etc.” (...) El triunfo del movimiento descansará en la extensión que alcance y en la violencia con que se produzca, más el tesón con que se defienda.
15. Los grupos de acción han de convertirse en guerrillas dispuestas a desarrollar la máxima respuesta. En esta acción nos lo jugamos todos y debemos hallarnos dispuestos a vencer o morir.
21. El movimiento debe afectar a todos los servicios, pero principalmente a los de vital importancia (alimentación, transportes, agua, gas, etc.), y los grupos de acción cuidarán de anular a los que se presten a evitarlo.
33. Triunfante el movimiento, las fuerzas militares adictas tendrán una representación oficial en la Junta local.
35. (...) facilitar a la Junta local los nombres y domicilios de las personas que más se han significado como enemigos de nuestra casa o que puedan ser más temidos como elemento contrarrevolucionario. Estas personas deben ser tomadas en rehenes al producirse el movimiento, o suprimidas si se resisten.
54. (...) Nadie espere triunfar en un día en un movimiento que tiene todos los caracteres de una guerra civil. En este movimiento, el tiempo es el mejor auxiliar.
De las instrucciones dadas por el Comité Nacional Revolucionario, en junio-julio de 1934.

“No más huelgas parciales, no más luchas reformistas dentro de la democracia burguesa, no más desgaste revolucionario del proletariado. Todas las energías deben concentrarse en una sola cosa: la insurrección armada por la conquista del poder”.
Renovación. 4 de agosto de 1934.

“Ya sabemos nosotros que el poder no se conquista pacíficamente (...) En unas elecciones no obtendremos nunca la mayoría absoluta para socializar constitucionalmente. Pero aunque la obtuviéramos nos la disputarían de mala forma los enemigos. Y habría que recurrir a la acción revolucionaria. El Poder sólo puede conquistarse con la violencia organizada de la clase obrera [con buenas formas]”
Largo Caballero en un discurso pronunciado en Zafra. Recogido en Renovación. Agosto de 1934.

“El día primero de octubre se abrirá de nuevo el Parlamento. Las derivaciones que adquiera la política, producida una crisis, no las conocemos, mas, sean las que sean, no nos importa mucho. Rompimos amarras con ese estado de cosas por exigencias de la teoría y por dictado moral. Suceda lo que suceda, por tanto, las Juventudes Socialistas reafirmarán una vez más su posición revolucionaria. ¡Por la insurrección armada! ¡Por la dictadura del proletariado!
Renovación. Agosto de 1934.

“El proletariado marcha decidido hacia la revolución social. Las instituciones de la República se han entregado a los enemigos del país y la revolución [quiere decir que la República no la gobiernan ellos, sino el Partido Radical de Lerroux, con apoyos puntuales de la CEDA, que había ganado las elecciones seis meses antes]. No nos queda más que un camino: la violencia.”.
Santiago Carrillo, el 14 de septiembre de 1934, en un acto conjunto de las Juventudes Socialistas y las Juventudes Comunistas de Madrid, celebrado en el Stadium.

“La República Social vendrá con sangre, con violencia”
Santiago Carrillo en Renovación. Septiembre de 1934. Se pasaron el periodo republicano buscando la guerra civil, hasta que la encontraron; sólo lo lamentaron cuando la perdieron.

“Nuestra línea es recta, clara e inflexible: el que no está con la revolución está contra la revolución. y en periodo revolucionario, para los contrarrevolucionarios sólo hay una consigna: guerra a muerte.
Renovación. 16 de septiembre de 1934.

“Tenemos nuestro ejército, a la espera de ser movilizado. Sólo nos falta el poder. Hay, pues, que conquistarlo”.
Editorial de El SocialistaSeptiembre de 1934. No parece que pensaran hacerlo mediante unas elecciones, aunque no faltará quien diga que se trata de una metáfora bélica con la que aluden a sus votantes.

“El resultado electoral de noviembre [del año anterior] no sólo fue una jugada sucia contra los republicanos y socialistas. Fue además un grave pecado político de las derechas, que creyeron legitimar una ambición de mando incontenible con las certificaciones de los escrutinios amañados”.
El Socialista. Septiembre de 1934. Casi diez meses después de su triunfo electoral, la CEDA aún no había entrado en el Gobierno, a pesar de su “ambición de mando incontenible”, y de tener más votos (y más escaños) que ningún otro partido. El 4 de octubre tres de sus miembros fueron llamados a entrar en el gobierno que presidía Lerroux (Partido Republicano Radical), que gobernaba a pesar de tener menos escaños que la CEDA. Ésta, que ni siquiera existía la legislatura anterior, que no contaba con ninguno de sus miembros en las instituciones -no tenía diputados, ni gobernadores provinciales, ni alcaldes, ni concejales-, difícilmente podía amañar unas elecciones convocadas por un gobierno de coalición formado por socialistas y republicanos de izquierdas, con una ley electoral pensada por éstos para perpetuarse en el poder.

“La reacción ha tomado por asalto la República y nuestro papal es desalojarla por todos los medios (...) Estamos preparados para todo y lo esperamos todo”.
En La Libertad, diario republicano de izquierda, el 4 de octubre de 1934. El “asalto” de la “reacción” fue que tres miembros de la CEDA, el partido que había ganado las elecciones el año anterior, iban a entrar en el Gobierno.

“La Comisión envió instrucciones escritas muy detalladas de cómo debían hacerse los trabajos de preparación del movimiento revolucionario y la conducta a seguir después de la lucha (...) Lo que prueba el acierto y la meticulosidad con que trabajó la secretaría de Comisión es que ninguna circular, carta ni telegrama, que entre todos sumaban muchos centenares, cayó en manos de la policía [policía republicana, no franquista; estamos en 1934, con un Gobierno de la República legítimo, salido de las urnas, no de un golpe de militares, terratenientes y obispos] y en ningún momento, ni antes ni
después del movimiento conoció ésta los detalles de la organización ni la forma
de los detalles”.
Largo Caballero. Mis recuerdos.

“Largo [Caballero] me habló de los diferentes golpes de audacia preparados en Madrid, y de los jefes de Asalto, instructores de nuestras milicias, Moreno, Castillo, Faraudo, más algunos jóvenes jefes de la Guardia Civil como Fernando Condés, que se encargarían de realizarlos. En unión de milicianos

socialistas uniformados de guardias civiles y de Asalto, ocuparían el Parque móvil y la Presidencia. Repasó conmigo los nombres de los jefes de milicias que iban a tener un papel predominante en la insurrección (...) Si se siguen bien mis instrucciones –añadió- el movimiento no se escapará de nuestras manos”.
Juan Simeón Vidarte, vicesecretario general del PSOE de 1932 a 1939, en El bienio negro.

“No obstante los años transcurridos (...) omitiremos ciertos nombres de jefes del Ejército y de la Guardia Civil y de la policía implicados (...) y que en ningún momento fueron descubiertos”
Amaro del Rosal, en El movimiento revolucionario de octubre.

“Bastantes de los militares profesionales que luego mandaron unidades en la guerra civil, estaban comprometidos”
Carrillo. Memorias. ¿A estos militares en qué lista los ponemos, en la de los leales a la República o en la de los golpistas? Pues depende: primero fueron lo segundo y después lo primero.

“La nota insólita y más delictiva en la rebelión de octubre consistió en que la mayoría de las armas procedían por operaciones clandestinas, o por cesión o adquisición de las autoridades mismas (...) De las armas cortas había sido proveedor, a título de regalo hecho a los socialistas, la Dirección General de Seguridad bajo el mando de Manuel Andrés, íntimo de Prieto y luego asesinado por los fascistas. Él había entregado a aquellos las armas procedentes de cacheos, registros y comisos policíacos”.
“Llegó a saberse que en cuanto a armas modernas y automáticas de largo alcance, se habían adquirido en el extranjero, principalmente en Alemania, durante la embajada de Araquistáin, habían entrado con facilidad y aun con abusiva franquicia por Bilbao y fueron llevadas bajo la protección de la fuerza pública (...) a depósitos clandestinos
Alcalá-Zamora, Memorias. Alcalá Zamora fue presidente de la Segunda República desde su advenimiento hasta abril de 1936.


“Casi todas las demás armas (en Vizcaya) procedían, aunque parezca extraño, de Alemania [la Alemania nazi]".
Vidarte. El bienio negro. El golpe de Estado socialista contra la II República se dio con armas compradas a los nazis. Oh, vaya, como el golpe del 36.

“Mi compañía de milicias estuvo movilizada [la noche del 4 al 5 de octubre] en la zona de la glorieta de Quevedo (...) Oímos por radio la información del nuevo Gobierno [el que daba entrada a tres ministros de la CEDA] y luego, seguros ya de que era la hora de actuar, esperamos nerviosos las órdenes (...) Las calles estaban casi vacías porque empezaba a surtir efecto la orden de
huelga general decretada por la UGT" 
"Tuvimos que amenazar pistola en mano a algunos conductores para que nos trasladaran (...) Nos vestiríamos de guardias civiles y luego volveríamos a La Prosperidad para asaltar el cuartel de la Guindalera, uno de cuyos oficiales, el teniente Fernando Condés [ascendido a capitán cuando ganó las elecciones el Frente Popular año y medio después. Más tarde organizó el asesinato del diputado derechista Calvo Sotelo], era socialista y se había comprometido a facilitarnos la entrada”.
Manuel Tagüeña, en Testimonio de dos guerras. Tagüeña fue dirigente de las Juventudes Socialistas y, más tarde, durante la guerra civil, teniente coronel en el ejército republicano.

“Los jefes de Asalto e instructores de las milicias (...) más algunos jóvenes jefes de la Guardia Civil (...) en unión de milicianos socialistas uniformados de guardias civiles y de asalto, ocuparían el Parque Móvil y la Presidencia”.
“Tendremos ayudas importantes en la propia guardia presidencial. Un militar republicano, también de absoluta confianza, efectuará la detención [este militar republicano iba a colaborar en la detención del Presidente de la República. ¿Era éste militar leal a la República?] (...) será un putsch a lo Dolfuss [canciller austriaco aesinado por las SS austriacas en un intento de golpe de estado dado por los nazis] Otros militantes se encargarán de la detención del presidente de las Cortes”.

“Jóvenes socialistas, confiados en algunas complicidades dentro y fuera del edificio (...) a pesar de que muchos guardias de asalto del cercano cuartel de Pontejos estaban comprometidos, no se decidieron a entablar combate con la Guardia Civil acuartelada en Gobernación. En este frustrado asalto cayeron algunos de nuestros jóvenes”
Vidarte, El bienio negro.

“Os ordeno concentrar a todos los hombres del Partido y proclamar la república catalana (...) No hay que tener debilidades. La vida de los catalanes nos interesa. La dignidad de la Patria nos interesa más. La vida de los enemigos no debe tenerse en cuenta. Con energía. Pero sin crueldades (...) No olvidéis incautaros de los caudales existentes en los bancos. De la honradez con que estos caudales sean administrados responderéis con vuestra vida (...) ¡A vencer!”.
Instrucciones dadas por el Partido Nacionalista Catalán a sus comités el 5 de octubre de 1934. La dignidad de Cataluña siempre por encima de los catalanes. Nada nuevo bajo el sol.

“El Presidente [Companys] me dio permiso para lanzar a la calle a los 4.000 hombres que habíamos preparado en Barcelona. Llamé a la consejería de Gobernación a los que ejercían el mando de las tres fuerzas (...) A cada uno le di las órdenes previamente establecidas y estudiadas con meses de antelación”
Josep Dencas. Consejero de Gobernación de la Generalitat. Dos años después de los hechos. Diari de sessions, 5-5-1936, Parlament de Catalunya.

“El movimiento insurreccional del proletariado español contra el golpe de Estado cedista [el golpe fue que el 4 de octubre entraron el Gobierno tres ministros de la CEDA] ha alcanzado una extensión y una intensidad (...) Es hoy cuando hay que proclamar la República catalana”.
Proclamas repartidas el 6 de octubre de 1934 por la Alianza Obrera en Barcelona.


“Un odio glorioso arrasa una montaña. Nuestro odio contra la vil España es gigantesco y loco, grande y sublime: hasta odiamos el nombre, el grito y la memoria, sus tradiciones y su puerca historia (...) Y hasta sus propios hijos maldecimos (...) Estad alerta: el que tenga hoz con la hoz; el que tenga herramientas, con ellas; el que sepa manejar el volante, dispuesto a ir al coche o al avión [o al tractor]”.
Ventura Gassol, escritor y político nacionalista catalán, miembro de ERC, consejero de política exterior de la Generalidad de Cataluña durante la II República.

“Las fuerzas monarquizantes y fascistas que de un tiempo acá pretenden traicionar a la República han logrado su objetivo y han asaltado el poder [La CEDA había ganado las elecciones ocho meses antes. El Gobierno estaba formado por diputados del Partido Republicano Radical, segundo partido con más escaños, y el jefe del gobierno era el presidente de este partido, Alejandro Lerroux, quien había decidido, en una crisis ministerial, ofrecer tres carteras (Justicia, Agricultura y Trabajo) a hombres de la CEDA. Esa fue la excusa para dar un golpe que llevaba preparándose desde el triunfo electoral de la CEDA en las elecciones ocho meses antes]. Todas las fuerzas auténticamente republicanas de España y los sectores sociales avanzados, sin distinción ni excepción se han levantado en armas contra la audaz tentativa fascista [sin excepción, los avanzados no pensaban permitir que el partido que había ganado las elecciones tuviera siquiera tres ministros] La Generalidad, desde este momento rompe toda relación con las instituciones falseadas (...). En esta hora solemne, en nombre del pueblo y del Parlamento, el Gobierno que presido asume todas las facultades del Poder en Cataluña, proclama el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. Con el entusiasmo y la disciplina del pueblo nos sentimos fuertes e invencibles (...) ¡Viva la República y viva la libertad! ”
Companys, el 6 de octubre de 1934, desde el balcón del palacio de la Generalidad.


“El presidente de la Generalidad, considerando agotada toda resistencia y a fin de evitar sacrificios inútiles, capitula. Y así acaba de comunicarlo al comandante de la Cuarta División, señor Batet”.
Companys, en alocución radiofónica, el 7 de octubre de 1934.

“Prieto me echaba la culpa de la locura de Companys al proclamar la República Federal saltándose la Constitución [los socialistas, sin proclamar ninguna república federal, se la saltaban también, al alzarse en armas contra una república que no gobernaban] y me insistió en que debíamos haber contado con él, con Azaña, con Marcelino Domingo y otros republicanos. No era el momento para meternos en discusiones y prefería dejarlo”.
Largo Caballero, Correspondencia secreta.

“BANDO. HACEMOS SABER: Desde la aparición de este bando queda constituido el Ejército Rojo, pudiendo pertenecer a él todos los trabajadores que estén dispuestos a defender con su sangre los intereses de nuestra clase proletaria (...) El aplastamiento de los contrarrevolucionarios, la conservación de nuestras posiciones exige tener un ejército invencible, aguerrido y valiente para edificar la sociedad Socialista. EL COMITÉ REVOLUCIONARIO”
¿Y para qué querían un Ejército Rojo aguerrido e invencible unos simples huelguistas? Porque eso es lo que dicen ahora algunos catedráticos e historiadores de prestigio -Paul Preston ha llamado aquello "huelga general pacífica"- que pasó en Asturias en octubre del 34: una huelga de mineros sofocada violentamente por el ejército. Pues lo dicen muy claro: para edificar la sociedad socialista mediante una revolución. Parece que el concepto "huelga revolucionaria" no lo han entendido aun algunos eximios historiadores.

“Con gran sorpresa nuestra los trabajadores de la capital [Oviedo] permanecen absolutamente pasivos, lo cual hace difícil la toma de la capital y nos cuesta innumerables víctimas”
Manuel Grossi Mier, La insurrección de Asturias. Grossi era vicepresidente de la Alianza Obrera de Asturias en 1934 y por ello uno de los responsables del movimiento revolucionario. Escribió el libro en 1935, en la cárcel, donde cumplía condena tras serle conmutada la pena de muerte. Quedó libre en febrero de 1936, tras la victoria electoral del Frente Popular.

“[el día 7] los más optimistas veíamos la partida perdida. Si tenía alguna duda me la disipó De Francisco, que se negó a dar ningún mensaje para los combatientes, salvo uno en el que insistió firmemente: si éramos detenidos teníamos que declarar que el movimiento había sido una reacción del pueblo [a la entrada de tres ministros cedistas en el gobierno]”
“Confieso que en ese momento me hubiera gustado mucho más asumir mi responsabilidad. Me parecía más gallardo y no veía en que podían cambiar las cosas si decíamos que era espontáneo. Pero me equivocaba. Aparte de la suerte personal que hubiéramos podido correr en el momento, nuestras
organizaciones hubieran sido aplastadas y no se hubieran mantenido y fortalecido tan rápidamente”.
Carrillo. Memorias. ¿Cómo es que la CEDA, si era tan fascista, no aprovechó el fracaso de la insurrección socialista para aplastar a sus organizaciones y acabar con sus dirigentes? ¿Sólo porque los jefes revolucionarios no asumieron la responsabilidad? ¿Iba a detener eso a unos fascistas? ("Nosotros no hemos sido"... "¿Y esa fusil y esa camiseta que dice viva la revolución proletaria?"... "Le repito que nosotros no hemos sido"... "Vale, vale, circulen"). ¡Pues vaya una mierda de fascistas! Prueba de que los socialistas sabían que la CEDA realmente no era fascista es que confiaron en que si la insurrección no triunfaba se mantendría en pie la legalidad republicana y se respetarían las garantías judiciales –como así fue-. Si la intención del Gobierno radical-cedista hubiera sido imponer un poder dictatorial, ilegalizar a las organizaciones revolucionarias –ellas mismas se denominaban así y tenían a gala serlo- y aplastar a la izquierda, perdió una ocasión inmejorable.

“-¿Es usted el jefe del movimiento revolucionario?
-No, señor.
-¿Cómo es eso posible, siendo presidente del Partido Socialista y secretario de la UGT?
-Pues ya ve usted que todo es posible.
-¿Qué participación ha tenido usted en la organización de la huelga?
-Ninguna.
-¿Qué opinión tiene usted de la revolución?
-Señor juez, yo comparezco a responder de mis actos, no de mis pensamientos.
-¿Quiénes son los organizadores de la revolución?
-No hay organizadores. El pueblo se ha sublevado en protesta por haber entrado en el Gobierno los enemigos de la República.
Largo Caballero, en Correspondencia secreta, recuerda el interrogatorio al que le sometió el juez instructor tras su detención el 14 de octubre.

“Fallido el putchs de Madrid y dominada la rebelión en Barcelona, el movimiento adquirirá su mayor virulencia en el Norte, sobre todo en las regiones mineras de Asturias, Vizcaya, León, Santander y Palencia”.
Vidarte. El bienio negro.

“Camaradas, ha llegado el momento de hablar claro. Ante la magnitud de nuestro movimiento, ya triunfante en toda España, os recomendamos un último esfuerzo (...) Cataluña está completamente en poder de nuestros camaradas. En Madrid, Valencia, Zaragoza, Andalucía, Extremadura, Galicia, Vizcaya y el resto de España sólo quedan pequeños focos enemigos (...) Urge, pues, terminar de una vez con esta situación en lo que respecta a Oviedo, dar el último empujón a los defensores del capitalismo moribundo. No hacer caso en absoluto de los pasquines que arrojan”
Proclama para los combatientes revolucionarios en Asturias, cuando ya estaba todo perdido en el resto de España. Recogidas por Grossi en La insurrección de Asturias.


“Las fuerzas del ejército de la derrotada República del 14 de Abril se baten en retirada y en todas las avanzadillas se van sumando los soldados para enrolarse en nuestro glorioso movimiento”.
A ver: “las fuerzas de la derrotada República del 14 de Abril”... “el glorioso movimiento”... Es fácil deducir, por la referencia a la República del 14 de abril y por la utilización de la expresión “glorioso movimiento”, que se trata de un parte franquista de la Guerra Civil... Pero no lo es, y está muy lejos de serlo:  pertenece a una proclama de la autodenominada República de Obreros y Campesinos de Asturias, en octubre de 1934.

“Me declaro culpable, ante mi conciencia, ante el Partido Socialista y ante España entera, de mi participación en el movimiento revolucionario de 1934. Lo declaro como culpa, como pecado, no como gloria. Estoy exento de responsabilidades en la génesis de aquel movimiento, pero la tengo plena en su preparación y desarrollo”.
Indalecio Prieto, sobre el golpe de 1934, años más tarde, en el exilio, en un discurso pronunciado en México.

“Creía yo saber que Prieto tampoco aprobaba los propósitos de insurrección armada, pero entraba en ellos por fatalismo, por creerlos incontenibles, por disciplina de partido”
Azaña. Memorias.

“Fue [Prieto], sin dudarlo un momento, decidido partidario del movimiento”
Carrillo. Memorias.

“Prieto asistió a todas las reuniones de la Ejecutiva, y (...) salvo sus deseo, que no obtuvo ningún asentimiento, de que diéramos participación en el movimiento a Azaña, Marcelino Domingo y otros republicanos de izquierda, nunca discrepó de nosotros”.
Vidarte. El bienio negro.

“No salimos arrepentidos de las celdas que van a ocupar otros. En el Consejo de Guerra no me avergoncé de haberme llevado el dinero del Banco de España, y lo mismo me hubiera llevado todo el que existiera de Asturias”
Ramón González Peña, de la UGT de Asturias, máximo dirigente de la revolución de Asturias, al salir de la cárcel tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936. Fue condenado a muerte, pero se le conmutó por cadena perpetua. Durante la Guerra Civil fue ministro de Justicia en el segundo gobierno de Juan Negrín.

“La Revolución de octubre, lo he dicho y lo he escrito muchas veces, acabó con la república”
En Mi testamento histórico político, de Claudio Sánchez Albornoz, miembro de la Real Academia de la Historia y Presidente del Consejo de Ministros de la República en el exilio, de donde regresó en 1976, después de la muerte de Franco.

“Con la rebelión de 1934, la izquierda española perdió hasta la sombra de autoridad moral para condenar la rebelión de 1936”
Salvador de Madariaga, exiliado, como Sánchez Albornoz, de la España franquista. Vivió en Inglaterra, donde organizó y participó en todo tipo de campañas contra el régimen de Franco. Volvió a España, como Sánchez Albornoz, en 1976. No cabe achacarle a ninguno de ellos simpatía por el bando rebelde del 36.

“Hoy ya es una necesidad reconocida por todos la depuración revolucionaria del Partido Socialista; lo que nosotros denominamos su bolchevización. Por todo esto es indiscutible que las Juventudes Socialistas de España son hoy unas falanges verdaderamente bolcheviques en la justa acepción del término, puesto que son el motor de la depuración y radicalización del Partido (...) Las Juventudes Socialistas consideran como jefe e iniciador de este resurgimiento revolucionario al camarada Largo Caballero, hoy víctima de la reacción [estaba en la cárcel por sublevarse contra el gobierno legítimo de la República. No tardaría en salir] que ve en él su enemigo más firme”.
Octubre, segunda etapa. Folleto publicado por las Juventudes Socialistas en abril de 1935.


“Nosotros, partido comunista, luchamos y lucharemos siempre por le realización de nuestro programa máximo, por la implantación del Gobierno obrero y campesino en España, por la dictadura del proletariado en nuestro país”.
José Díaz, secretario general del PCE, el 2 de junio de 1935, en un mitin en el Monumental Cinema de Madrid.

"Azaña podría ser más adversario nuestro que aquellos que nos distinguen con su odio implacable"
El Socialista. 25 de julio de 1935.

"(...) a broma suena, en ciertas bocas, el requerimiento para que nos unamos a los republicanos (...) ¿cómo decirles que su República, esta de ahora, que es su obra, nos tiene sin cuidado?".
El Socialista. 27 de julio de 1935.

"La Republica, ni vestida ni desnuda nos interesa".
El Socialista. 28 de julio de 1935.

“Siempre hemos intentado formar un partido unido que no tuviera nada que ver, directa o indirectamente con la burguesía: un partido que adoptara como norma la insurrección armada para la conquista del poder y el establecimiento de la dictadura del proletariado”
En Mundo Obrero, órgano oficial del PCE, el 23 de enero de 1936.

“La lucha de clases es inexorable”.
Largo Caballero en Claridad, diario del ala caballerista del PSOE, el 11 de enero de 1936.

“Yo no estoy arrepentido de nada, absolutamente de nada. Declaro paladinamente que, antes de la República, nuestro deber era traer la República; pero establecido este Régimen, nuestro deber es traer el socialismo. Y cuando hablamos de socialismo, no nos hemos de limitar a hablar de socialismo a secas. Hay que hablar de socialismo marxista, de socialismo revolucionario (...) Tenemos que evitar la implantación del fascio por todos los medios. Ahora, por el medio legal; en octubre lo hicimos de otra manera”.
Largo Caballero, en un discurso pronunciado en Madrid el 12 de enero de 1936. Para el Lenin español la lucha política se planteaba en términos maximalistas: marxismo o antimarxismo, no había alternativas intermedias. Los militares (y civiles) que se sublevaron el 18 de julio lo entendieron también así. 


“Tenemos la obligación de ir decididamente a la lucha. No desmayéis porque en el programa electoral pactado con fuerzas afines no veáis puntos esenciales (...) Después del triunfo, y libres de toda clase de compromisos, tendremos ocasión de decir que nosotros seguimos nuestro camino sin interrupción (...) La clase trabajadora sabrá aprovechar el momento más oportuno para imponer la victoria marxista”.
Aquí (se trata del mismo discurso citado más arriba) afirma Largo con cinismo que los socialistas romperán el pacto electoral con el resto de partidos del Frente Popular en cuanto tengan oportunidad de hacerlo.

“Antes de la República, nuestro deber era traer la república; pero, establecido este régimen, nuestro deber es traer el socialismo. Y cuando hablamos de socialismo hay que hablar de socialismo marxista, de socialismo revolucionario con todas sus consecuencias”.
Largo Caballero el 21 de enero de 1936, en el mitin que abría la campaña electoral en Madrid.

“Si algún día varían las cosas, que las derechas no pidan benevolencia a los trabajadores. No volveremos a guardar la vida de nuestros enemigos como se hizo el 14 de abril [día que se proclamó la República]. Si aquellas no se dejan vencer en las urnas tendremos que vencerlas por otros medios hasta conseguir que la roja bandera del socialismo ondee en el edificio que vosotros queráis”
Largo Caballero, días después, en otro mitin en Madrid.

“La clase obrera debe saber que por medio de la democracia burguesa jamás, jamás podrá ser Poder y transformar el régimen”.
Largo Caballero, en Linares, en la misma campaña electoral, el 24 de enero.

“Las elecciones no son más que una etapa en la conquista y su resultado se acepta a beneficio de inventario. Si triunfan las izquierdas, con nuestros aliados podemos laborar dentro de la legalidad, pero si ganan las derechas tendremos que ir a la guerra civil declarada. Yo deseo una República sin lucha de clases; mas para eso es necesario que desaparezca una de ellas. Y esto no es una amenaza, es una advertencia, y que no se diga que nosotros decimos las cosas por decirlas; nosotros las realizamos”
Largo Caballero, en la misma campaña electoral, esta vez en Alicante. En pocas palabras, y dice no hablar por hablar: reniega de la democracia si con ella el PSOE no alcanza el poder y defiende una guerra civil que extermine a los "burgueses".

“La clase trabajadora tiene que hacer la revolución (...) Si no nos dejan, iremos a la guerra civil. Cuando nos lancemos por segunda vez a la calle [confiesa que ya lo habían hecho una primera] que no nos hablen de generosidad y que no nos culpen si los excesos de la revolución se extreman hasta el punto de no respetar cosas ni personas”
Largo Caballero, en Valencia, el 2 de febrero de 1936.

“Soy socialista marxista y, por lo tanto, revolucionario. El comunismo es la evolución natural del socialismo, su última y definitiva etapa. El triunfo será nuestro. No hay hoy en España un solo oficial del Ejército que se atreva a salir a la calle para desenvainar la espada e imponer un régimen de dictadura militar...La reacción sería tremenda, aplastante, porque hoy, en España, las masas están organizadas, aglutinadas, de manera que es difícil, casi imposible, incluso en una régimen de fuerte autoridad mantenida y asegurada por el Ejército”.
Todo un profeta Largo Caballero. Si llega a decir lo contrario hubiera clavado lo que pasó después. Este augurio lo hizo el 9 de febrero de 1936, en un discurso ante sus compañeros de partido. Además de un visionario a la contra, Largo Caballero fue, si atendemos a sus palabras y hechos, unos de los principales responsables de una guerra civil que él consideraba inevitable y necesaria, como repitió tantas veces. Por ejemplo, en Oviedo, a propósito del ejército rojo que según él era necesario formar, dijo que éste tendría tres finalidades concretas: “sostener la guerra civil que desencadenará la dictadura del proletariado, realizar la unificación de éste por el exterminio de los núcleos obreros que se nieguen a aceptarla y defender de frontera afuera nuestros principios”, que es justo lo que hicieron los bolcheviques en Rusia. Según Largo, siguiendo a Lenin fielmente, la evolución natural del socialismo lleva a éste hacia la dictadura del proletariado; es la guerra civil la que desencadenará la dictadura del proletariado, así que, para alcanzar sus fines, el socialismo necesita la guerra civil. Aun así, colocaron en su día un monumento de Largo Caballero, representado como un pensador, en los Nuevos Ministerio, en Madrid. Por sus indudables convicciones democráticas, supongo. Y allí sigue en efigie el "Lenin español", a pesar de la Ley de Memoria Histórica.




“Nosotros siempre hemos aspirado a forjar un partido único, un partido que no tenga nada que ver directa ni indirectamente, con las fuerzas de la burguesía; un partido que adopte como norma en su lucha la insurrección armada para la conquista del Poder y la instauración de la dictadura del proletariado”.
Jesús Hernández, del PCE, en un mitin conjunto con los socialistas Largo Caballero y Álvarez del Vayo, una ver firmado el pacto por el que se creaba el Frente Popular. La crónica del mitin se pubicó en Mundo Obrero el 23 de enero de 1936.

“La Iglesia será destruida. Se dará la tierra a los campesinos y la libertad a las nacionalidades. Las revoluciones burguesas dejan intacto el aparato del Estado. El proletariado destruirá ese aparato”
Andrés Nin, en un mitin del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), en enero del 36.

“El problema de la Iglesia lo hemos resuelto totalmente, yendo a la raíz: hemos suprimido los sacerdotes, las iglesias y el culto”
Andrés Nin, en agosto de 1936. Un año más tarde, el estalinista PCE también resolvería totalmente el problema que le causaba el POUM yendo a la raíz: suprimió a Nin y a muchos de sus camaradas. Además de torturarlo y asesinarlo, los estalinistas emprendieron una campaña difamatoria contra Nin y el POUM, acusándoles de colaborar con los franquistas. Carrillo y la Pasionaria participaron activamente en esta campaña.


“No queremos engañar a nadie, y por eso decimos a la clase obrera que ella sola es la que, abierto el camino, tiene que seguir su ruta permanente hasta que levante sobre las ruinas de la vieja sociedad capitalista otra nueva sociedad socialista de progreso, como se ha levantado ya en la sexta parte del mundo: La Unión Soviética”.
Álzarez del Vayo en un mitin en Madrid el 6 de febrero de 1936.

“Los que hemos salido del Gobierno dando portazos [por la derrota electoral de diciembre de 1933] no podemos entrar en él sino derribando puertas (...) Las masas pueden ir más allá de la República. Tienen derecho a hacerlo”.
Azaña en un mitin en Madrid, el 9 de febrero de 1936.


“La lucha está planteada con absoluta claridad. Fascismo o antifascismo, revolución o contrarrevolución (...). Nuestra lucha en España no tiene el menor parecido con las elecciones de tipo normal de países como Inglaterra, Norteamérica, Suiza, etc. Aquí se ventila mucho más. La movilización de las masas (...) tiene más significación que el simple hecho de designar a unos representantes a Cortes. Con los votos va a decidirse esta vez el futuro, la forma y el cauce por los que han de marchar el movimiento ascendente de los oprimidos (...). La papeleta llevada a las urnas, en este momento, tiene casi el mismo valor que tenían los fusiles en Asturias (...). Una cosa no excluye la otra, cada cosa a su tiempo”.

José Díaz, secretario general del PCE, en la campaña electoral de febrero de 1936.

“Queremos que las celdas que han sido desalojadas por nuestros camaradas [lo primero que hizo el gobierno del Frente Popular fue amnistiar a todos los encarcelados por los sucesos de octubre de 1934] sean ocupadas rápidamente por el gobierno Gil Robles-Lerroux. Es necesario que estén rápidamente en la cárcel, porque constituye una verdadera vergüenza para el pueblo que Gil Robles se pueda sentar con tranquilidad en los escaños de la Cámara”
José Díaz, en Tres años de lucha. ¿Y que habían hecho Gil Robles y Lerroux para merecer la aversión del “pueblo”? Pues ser miembros del gobierno legalmente constituido contra el que se sublevó la izquierda en 1934, y como tales, cumplir con su deber: ordenar al ejército y a la Guardia civil que sofocara la insurrección. Después, la izquierda les acusó de practicar en Asturias una represión bestial contra el pueblo, y montó una campaña de agitación y propaganda a la que Besteiro -no un fascista- calificó de “Himalaya de mentiras”. La izquierda pidió con insistencia, mientras estuvo en la oposición, que se castigara a los culpables (los miembros del Gobierno y del ejército), pero cuando venció el Frente Popular, una vez en el gobierno, y con mayoría parlamentaria, no investigaron la supuesta brutal represión (no hicieron nada, ni una triste investigación policial, militar ni judicial, ni una triste comisión parlamentaria... Nada), tan brutal que la Pasionaria hablaría en el Parlamento de “centenares de millares de hombres torturados”... Es decir, según la contabilidad creativa de Dolores Ibarruri, toda la población masculina de Asturias fue torturada 

“Bajo la presión de las masas el Gobierno empieza a marchar. Pero el actual Gobierno tiene un empacho de legalismo que le impide marchar al ritmo que exigen los acontecimientos. ¿A qué vienen esos empachos de legalismo? ¿Hay algo que pueda ser más legal que la voluntad del pueblo? (...) Apoyaremos lealmente al Gobierno si éste realiza el programa del Bloque Popular (...). Pero lo combatiremos si no lo realiza. Y (...) el Partido Comunista, partido dirigente de la revolución, no se detendrá ahí”.

José Díaz, el 27 de febrero, días después de la victoria electoral del Frente Popular. En Tres años de lucha.

“Vivimos una situación revolucionaria que no puede ser demorada con obstáculos legales”
Dolores Ibárruri Pasionaria, en un discurso pronunciado el 1 de marzo de 1936. Como Díaz, estaba harta de legalismos.

“Hay que eliminar la ilusión de que la revolución proletaria socialista (...) podrá realizarse reformando el estado social vigente. No queda otro recurso que destruirlo de raíz”.
“Esta crisis actual no tiene más que dos salidas: una antinatural, antihistórica y transitoria: el fascismo, y otra, natural, histórica y definitiva: el socialismo”.
“Es imprescindible la unidad inmediata de todas las acciones revolucionarias mediante la fusión política y sindical de todos los grupos obreros y la ruptura completa del partido socialista con toda tendencia reformista o centrista ”.
“El Partido Socialista tiene por aspiración inmediata:
1. La conquista del poder político por la clase trabajadora y por cualesquiera
medios que sea posible. (...) En el periodo de transición de la sociedad capitalista a la socialista, la
forma de gobierno será la dictadura del proletariado organizada como
democracia obrera”
Del Proyecto del Comité de la Agrupación Socialista Madrileña a su Asamblea, publicado en Claridad el 19 de marzo de 1936, después de la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero. En este texto, como en otros muchos, se habla con claridad de la voluntad de imponer la dictadura del proletariado y se considera la democracia como un obstáculo. No se trata de una reacción defensiva necesaria ante el peligro de un golpe militar, que es argumento falaz al que se agarran los que han elaborado la leyenda rosa sobre la II República.

“Vamos cuesta abajo por la anarquía presente de muchas provincias, por la taimada deslealtad de la política socialista en muchas partes, por la brutalidad de unos y otros, por la incapacidad de las autoridades, por los disparates que el Frente Popular está haciendo en casi todos los pueblos, por los despropósitos que empiezan a decir algunos diputados republicanos de la mayoría (...) Creo que van más de doscientos muertos y heridos desde que se formó el gobierno”
"El hombre neutro está asustadísimo. El pánico de un movimiento comunista es equivalente al pánico de un golpe militar”
Azaña, en cartas enviadas a su cuñado y amigo Rivas Cherif, en marzo de 1936.   

“Hoy nos han quemado Yecla: siete iglesias, seis casas, todos los centros políticos de la derecha y el Registro de la Propiedad. A media tarde, incendios en Albacete, en Almansa. Ayer, motín y asesinatos en Jumillas. El sábado, Logroño; el viernes, Madrid: tres iglesias. El jueves y el miércoles; Vallecas (...) Han apaleado a un comandante, vestido de uniforme, que no hacía nada. En Ferrol a dos oficiales de artillería (...) creo que van más de doscientos muertos y heridos desde que se formó el Gobierno y he perdido la cuenta de las poblaciones en que se han quemado iglesias y conventos.
Azaña, Diarios, 17 de marzo de 1936, un mes después de las elecciones en las que se impuso el Frente Popular y de la formación del Gobierno presidido por él mismo. Además de lamentarse en privado (en las cartas a su cuñado) y para la posteridad (en sus diarios), debería haber hecho algo como presidente del ejecutivo para detener esa violencia. Su inacción fue una de las claves de la sublevación derechista de julio.

“Que en Madrid, Extremadura, Andalucía, Levante, se quemen iglesias, conventos, fábricas, almacenes, casinos, casas particulares, archivos del Juzgado, del Registro; que se hace salir desnudas a las religiosas y se las somete al trato que no se da a las mujerzuelas profesionales; que después de deshonrar a las hijas y a las esposas son paseadas en pica las cabezas de sus maridos y padres por oponerse al regocijo, que las gentes arriendan hoteles de invierno en los pueblos del Bidasoa, en la costa guipuzcoana y en las montañas laburdinas huyendo de la alegría de sus tierras; que se asaltan y ocupan fincas por alcaldes, asociaciones o bandas de pistoleros; que se asesina a la Guardia Civil haciendo picadillo de sus restos exánimes (...) Pero, ¿puede vivirse así? ¿Es todo esto tolerable? El estampido se masca. Lo exige el ambiente, y no tardando”.
Manuel de Irujo, político del PNV, ministro republicano durante la guerra civil, en un artículo publicado en El Díael 31 de marzo de 1936.

“Durante las primeras semanas el Gobierno ha procedido con lentitud, por lo que ha sido forzoso quemar La Nación [periódico de derechas] y algunas iglesias de Madrid para acelerar el ritmo hacia el cumplimiento del pacto electoral”.
Julio Álvarez del Vayo, dirigente del PSOE, en un acto de las Juventudes Socialistas en el Gran Price, en Barcelona, en marzo de 1936.

“El proletariado mundial tiene fija su mirada en España, que será el segundo país donde se instaure el régimen soviético”
Carlos Rubiera, dirigente del PSOE madrileño, en Tolosa, el 20 de marzo de 1936, en un acto de las Juventudes Socialistas
.
“Para dictar justicia de clases no hacen falta magistrados reaccionarios. Basta con un panadero, que no importa que no sepa de leyes, con tal que sepa lo que es la revolución (...) En la hora de la lucha tenemos que prescindir de tofos sentimentalismos. Somos demasiado sentimentales, y nos importan demasiado los edificios. Por sentimentalismo no se tocó la catedral de Oviedo [en octubre del 34]”.
Margarita Nelken, en Madrid, en 25 de marzo de 1936.


“Todo el poder deberá ser para las alianzas obreras y campesinas, que con carácter nacional serán los órganos encargados de ejercer la dictadura del proletariado, superando la etapa democrática burguesa rápidamente, transformándola en la revolución socialista”.
Mundo Obrero. 1 de abril de 1936. Aquí también se expresa con claridad la voluntad de imponer la dictadura del proletariado porque es lo justo y necesario, y no como reacción defensiva ante un golpe militar. Este y otros escritos y declaraciones (muchos, muchísimos) rebosan voluntad de poder y determinación revolucionaria; no hay nada en ellos que permita interpretar que sus autores se referían a que había que llegar a ese estado de cosas sólo como reacción defensiva contra un golpe violento de la derechas. 

“Queremos reiterar a todos nuestros camaradas socialistas, comunistas y sindicalistas la necesidad, imprescindible y urgente de constituir en todas partes, conjuntamente y a cara descubierta, las milicias del pueblo”.
Claridad. 2 de abril de 1936.

“He nombrado delegados del Frente Popular en toda Asturias, los cuales realizan batidas antifascistas con buen resultado: meten en la cárcel al cura, médicos, secretarios de ayuntamiento y al que sea. Cumplen admirablemente su cometido (...) El de Taverga tiene en la cárcel al telegrafista y al secretario judicial; al primero le hace atender por el día el servicio telegráfico y por la noche lo encarcela. Entre los detenidos figuran dos canónigos de Covadonga ”.
Fernando Bosque, Gobernador Civil de Asturias. Citado en Mundo Obrero el 2 de abril de 1936. Pregunta: ¿en qué régimen político democrático un representante de la autoridad nombra a miembros de una facción política (a la que él pertenece) para encarcelar a sus adversarios políticos?

“Esta es una Cámara de cuellos flojos y de puños fuertes (...). Yo no sé cómo va a morir Gil-Robles (un diputado: ¡en la horca!) (...) pero sí puedo afirmar que si se cumple la justicia del pueblo morirá con los zapatos puestos [siguió un alboroto. El socialista Jiménez de Asua, presidente de las Cortes, ordenó borrar la amenaza del Diario de Sesiones, pero la Pasionaria gritó divertida “Si os molesta, le quitaremos los zapatos y le pondremos las botas”].
José Díaz en sesión parlamentaria el 15 de abril de 1936. No aparecen en el Diario de Sesiones, pero fueron reproducidas por Mundo Obrero al día siguiente. También las reproduce Gil-Robles en sus memorias.

“Para nosotros el objetivo final es el socialismo, el régimen soviético. No lo ocultamos jamás de igual manera que tampoco ocultamos que para realizar nuestros propósitos actuamos con las armas doctrinales y tácticas de los métodos de Moscú, de los métodos marxistas-leninistas.
Mundo Obrero, 20 de abril de 1936. Todavía hay quien cree que el PCE y PSOE (ambos decían lo mismo) lucharon por la democracia. Todavía hay quien, sabiendo que miente, dice que el PCE y PSOE lucharon por la democracia. Incluso pretenden que esta mentira se convierta en ley, literalmente.

“En la vida provincial y rural son las masas anónimas y exaltadas las que mandan y gobiernan a través de gobernadores sometidos a los comités jacobinos del Frente Popular (...) Los ciudadanos pacíficos viven con la sensación de que las leyes son letra muerta y que los incendios, asaltos, allanamientos, homicidios, insultos y agresiones (...) El puño en alto es un salvoconducto y talismán que permite los mayores excesos.
Miguel Maura, Ministro de Gobernación (Interior) del primer gobierno republicano, en el diario El Sol, en junio de 1936.

“Una masa obrera movilizada hoy aquí y mañana en Guadalajara, y al día siguiente en otra provincia, es una masa que todo lo arrolla y que puede derribarlo todo. Y eso es lo que tenemos que hacer: arrollarlo todo, porque sin arrollarlo todo y sin derribarlo todo no podemos llegar a la mesa de nuestros ideales”.
Largo Caballero, en mayo, en un mitin en Zaragoza.

“Yo supongo que la burguesía de Badajoz no palpitará normalmente desde esta mañana al ver como desfilan por las calles con el puño en alto las milicias uniformadas; al ver cómo desfilaban esta mañana millares y millares de jóvenes obreros y campesinos, que son los hombres del futuro ejército rojo obrero y campesino de España (...) que se preparan para muy pronto terminar con esa gente que todavía sigue en España dominando de una forma cruel y explotadora a lo mejor y mas honrado y más laborioso del pueblo español (...). Queremos llamar la atención seriamente de los elementos republicanos, porque España carece de los recursos democráticos que Francia o Bélgica, puesto que en España muy pronto las dos clases antagónicas de la sociedad han de encontrarse en el vértice definitivo de un choque violento, porque la Historia lo determina así para cumplir el fin que tenemos determinado”.
Antonio Mitje, diputado comunista, en Badajoz, el 18 de mayo de 1936, en una concentración de las milicias antifascistas obreras y campesinas que aunaban a las milicias de las Juventudes Socialistas y Comunistas. Gobernaba entonces el Frente Popular.

“La gente escapa de los pueblos; el dinero huye de las actividades y se repliega en las cuentas corrientes o salta las fronteras; los jornales faltan y se extiende el paro; los negocios se paralizan; los espíritus temerosos, amedrentados, en zozobra angustiosa, acaban por implorar, vista como vista, llámese como se llame, un poder que, aunque les niegue todos los derechos, le devuelva la paz”
Marcelino Domingo, en junio, en El Liberal, periódico del socialista Prieto. Domingo fue fundador y líder del Partido Republicano Radical Socialista. Fue ministro del primer gobierno republicano, durante el bienio azañista, y un mes antes de escribir éste artículo era ministro de Instrucción Pública (Educación) en el gobierno del Frente Popular. Entonces (¡sólo un mes antes!) había dicho: “los desórdenes son síntoma de crecimiento espiritual, salud y garantía de la República”. La irresponsabilidad de los republicanos fue una de las causas de la sublevación derechista de julio.

“El Gobierno, al que estamos apoyando lealmente en la medida que cumple el pacto del Bloque Popular, comienza a perder la confianza de los trabajadores. Y yo digo al Gobierno republicano de izquierda (...) si sigue por ese camino, nosotros obraremos, no rompiendo el Bloque Popular, sino fortaleciendo y empujando hacia la solución de un gobierno de tipo popular revolucionario que imponga las cosas que este Gobierno no ha comprendido o no ha querido comprender”.

José Díaz, el 5 de julio, semanas antes del comienzo de la guerra civil. En Tres años de lucha.

“La violencia puede ser legítima en algún momento. Pensando en su señoría [en Calvo Sotelo] encuentro justificado todo, incluso el atentado que le prive de la vida [el presidente de las Cortes ordenó borrar estas palabras del diario de sesiones.] Estas palabras que en el Diario de Sesiones no figurarán, el país las conocerá, y nos dirá a todos si es legítima o no la violencia”.
Ángel Galarza, diputado socialista, en la sesión parlamentaria del 1 de julio de 1936, doce días antes de que miembros de las fuerzas del orden público (guardias de asalto acompañados de miliciano socialistas) asesinaran a Calvo Sotelo. El que fuera durante el periodo republicano nada menos que Fiscal General del Estado y Director General de Seguridad y luego, durante la guerra civil, Ministro de Gobernación, alentando el asesinato de uno de los principales políticos de la oposición.

“Tengo un gran sentimiento por la muerte del señor Calvo Sotelo. El sentimiento de no haber participado en la ejecución”.
Ángel Galarza, el 5 de agosto de 1936, en un mitin celebrado en Mahón.




“Artículo 1º. Serán disueltas todas las organizaciones de carácter reaccionario o fascista, tales como la Falange Española, CEDA, Derecha Regional Valenciana y las que, por sus características, sean afines a éstas, y confiscados los bienes muebles e inmuebles de tales organizaciones, de sus
dirigentes e inspiradores.
Artículo 2º. Serán encarceladas y procesadas sin fianza todas aquellas personas conocidas por sus actividades reaccionarias, fascistas y antirrepublicanas.

Artículo 3º. Serán confiscados por el gobierno los diarios El debate, Ya, Informaciones y ABC y toda la prensa reaccionaria de las provincias”.
Borrador legislativo entregado a los restantes grupos del Frente Popular por los diputados comunistas el 13 de julio de 1936, horas después de conocerse el asesinato de Calvo Sotelo. Se pretendía declarar fuera de la ley a las derechas después del asesinato de uno de sus líderes.

"La solución para España, un baño de sangre".
Largo Caballero en declaraciones al New Cronicle, el 13 de julio de 1936.

“Si el estado de alarma no puede someter a las derechas, venga cuanto antes una dictadura del Frente Popular. Es la consecuencia lógica e histórica del discursos del señor Gil Robles. Dictadura por dictadura, la de izquierdas. ¿No quiere este gobierno? Pues sustitúyala un Gobierno dictatorial de izquierdas. ¿No quiere el estado de alarma? Pues concedan las Corte plenos poderes. ¿No quiere la paz? Pues sea la guerra civil a fondo. ¿No quiere el Parlamento? Pues gobiérnese sin él. Todo menos el retorno de las derechas”
Claridad, 15 de julio de 1936.

"Un suspiro de alivio salió de los pechos de millones de españoles el 17 de julio de 1936, cuando se conoció la noticia de la sublevación militar. Por fin iba a resolverse la trágica situación creada hacía dos años, disipando el ambiente de intranquilidad y zozobra en que se había vivido. Uno y otro, los dos bandos rivales, deseaban la lucha, como si el término de ella, destruida la nación, hubiera de iniciarse el apetecido periodo de las bien andanzas".
Memorias de Diego Martínez Barrio.

“Hoy se dijo que la trágica muerte del señor Calvo Sotelo serviría para provocar el alzamiento de que tanto se viene hablando. Bastó este anuncio para que, en una reunión que sólo duró diez minutos, el Partido Socialista, el Partido Comunista, la UGT, la Federación Nacional de Juventudes Socialistas y la casa del Pueblo quedaran de acuerdo (...) para una acción común (...). Será una batalla a muerte, porque cada uno de los bandos sabe que el adversario, si triunfa, no le dará cuartel. Aun habiendo de ocurrir así, sería preferible un combate decisivo a esta continua sangría”.
Indalecio Prieto, en su periódico El Liberal, de Bilbao, al día siguiente del asesinato de Calvo Sotelo. Planeó el crimen y comandaba el grupo el capitán del la Guardia Civil Fernando Condés, instructor de la guardia personal de Prieto, llamada La Motorizada, al que protegió Prieto. También pertenecía a ésta el autor material del crimen, Luis Cuenca, que pertenecía a la escolta de Prieto cuando el famoso incidente del mitin de Écija, en febrero del 36, cuando los caballeristas (sus compañeros de partido) los echaron del pueblo a tiros. El resto (entre 13 y 18, según las distintas versiones de uno de los implicados) eran guardias de asalto y militantes socialistas (dos de ellos de la escolta de Prieto). Apenas comenzada la guerra, milicianos socialistas robaron el sumario del asesinato de Calvo Sotelo.

“Su caída [la del Gobierno Casares por un más que probable golpe militar] plantearía el problema de nuestra colaboración, pero en otra forma en que los centristas [los prietistas] la venían trabajando. Creo que Caballero tendría que ser el presidente o no aceptaríamos otra cosa (...) O viene nuestra dictadura o la otra. Si viene esta última sería terrible. Pero no vendrá (...) No va a quedar un fascista en el país”.
Carta de Luis Araquistain a su hija, pocos días después del asesinato de Calvo Sotelo. Hay que tener en cuenta la amplitud que había adquirido el concepto "fascista" para Araquistain. 






José Javier Villalba Alameda



1 comentario:

  1. Se está volviendo a repetir la historia 90 años después???
    Los comunistas han empezado a lanzar proclamas guerracivilistas, estado de alarma, decretazos, animando a su gente a boicotear o escrachear cualquier acto de la derecha, atacando a la monarquía, acercando a presos etarras, Cataluña, cambiando mandos policiales, fiscalía, poder judicial, manejando toda la propaganda...
    Me huele muy mal, no me gustaría que se repitiese la historia.
    En mi opinión solo podrían salvar esta situación si aparecieran jueces y fiscales valientes y aplicaran la ley.
    Los partidos políticos no pueden arreglar nada, cada día son más grandes las grietas.
    Los militares ya serían la última opción.
    Soy muy pesimista ante la simpleza de la gente que nos gobierna, más que partidos políticos parecen mafias controlando territorios, personas, dinero y poder.

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